martes, 28 de agosto de 2012

Marro y Velo, dos atletas que no saben de límites

El experimentado nadador, que será abanderado en Londres, y el capitán de los Murciélagos le explican a canchallena.com qué significa ser un deportista paralímpico; los Juegos comienzan mañana. Por Germán Leza canchallena.com

28 de Agosto de 2012 -

Un día en el entrenamiento de un atleta paralímpico from lanacion.com on Vimeo.



De igual a igual. Se es atleta. Convencional o paralímpico es lo mismo. Primero, se es atleta. No haría falta aclararlo pero todavía vale la pena hacerlo. Es el mensaje central que comunican Guillermo Marro, abanderado de la delegación argentina en los Juegos Paralímpicos de Londres, y Silvio Velo, capitán de los Murciélagos (selección argentina de fútbol con jugadores no videntes), y emblema del deporte paralímpico argentino. "Hay que animarse a preguntar y hablarlo", dice Marro, quien se entrena entre siete y ocho horas por día. Unas cuatro o cinco las pasa en la pileta. Otras tantas en el gimnasio. Serán sus cuartos Juegos. Ya se colgó una medalla de plata y dos de bronce en los 100 metros espalda. Siempre que fue a un Juego volvió con una medalla. Guillermo padece artrogriposis múltiple congénita, una discapacidad del tren inferior que le produce una limitación articular en las piernas. Es de Pergamino y cuenta su entrenadora, Marcela Belviso, que cuando lo vio se sorprendió por su potencial. "Cuando lo fui a buscar -relata Marcela- me dijo que tenía un sueño: estar en un Juego y hacer un récord mundial". Para ello, a los 16 años, se mudó a la casa de Marcela y su familia, en Buenos Aires. Dos años tenía Belén, la hija de Marcela, a quien Guillermo adora como su hermana. Sydney 2000 fueron sus primeros Juegos y en la serie preliminar superó el record mundial.

Silvio Velo, oriundo de San Pedro, es el único ciego de los 13 hermanos, quienes siempre lo trataron como uno más: "Jugaba a las escondidas. Nunca encontraba a nadie pero yo jugaba a las escondidas igual. Me mandaban a contar a mí", relata Silvio y larga una carcajada. "No me saquen con flash que me acabo de operar", advierte. La fotógrafa empieza a tomar ese recaudo, pero no. Se trata de otra broma de Silvio. No para nunca el capitán de los Murciélagos. También jugaba en el potrero con sus amigos y hermanos: "Con el fútbol totalmente convencional y yo incluido ahí. Pero se daba en forma totalmente natural. Eso es lo mágico. Y poder compartir eso de potrero. Eso que cuentan los jugadores profesionales. Yo la viví. Y siendo ciego. La verdad es que es impagable", dice Silvio.

-En el fútbol para ciegos, las pelotas cuando se trasladan despiden un sonido, ¿cómo hacías para jugar con tus hermanos, que veían, y sin ese sonido?

- Creo que la explicación está ahora. Cuando empecé a jugar con la pelota con sonido, para mí la veía.

- Por eso la mueve así ahora- acota Marro-. Recién lo escuchaba a Silvio y pensaba en el hecho de haberse criado con hermanos que no se fijaron en que tenías una discapacidad, y que te trataban como uno más. Yo tengo un hermano más grande y otro más chico, y hacía lo que hacían ellos. Me ayudó completamente para la movilidad que tengo hoy en día. En la soltura que tengo en el deporte y en la vida.

(Silvio)- 13 hermanos éramos. Yo siempre los cargo a mis viejos, y les digo 'ustedes no me sobreprotegieron porque no tenían tiempo'. Eramos tantos. y yo era el único que no veía. El único ciego en San Pedro, creo [lanza una carcajada].

Guillermo Marro y Silvio Velo - Foto: Guadalupe Aizaga

-¿Qué es ser un atleta?

(Marro)- Es lo que hago toda la vida. Desde los tres años. Por juego, por rehabilitación. A los 10 años ya competía. Vivo con esto, vivo de esto. Entreno siete u ocho horas por día. Es superarse día a día. Y cada vez que cumplís con un sueño, aparece otro más.

(Velo) - Uno se siente un deportista más. Eso es lo importante. En mi caso, cuando arranqué quizás decían "mira el cieguito, juega para divertirse". Y con el tiempo, a fuerza de resultados y logros se pudo ir rompiendo esas barreras. Hoy estamos incluidos todos de igual a igual. Nosotros muchas veces compartimos la cancha de hockey con las Leonas. Hasta hacemos partidos juntos.

-¿Cuál es el objetivo de ustedes para estos Juegos?

(Marro)- Es mejorar mi marca (1m14s/15). La vengo mejorando en cada Juego. Va a ser difícil pero vamos a dejar todo para llegar a un podio.

(Velo)- El objetivo es la medalla de oro. Si no, ¿para qué nos vamos a entrenar durante cuatro años?

-¿Qué consejo le darían a un atleta paralímpico que recién empieza?

(Marro)- Si va a hacer un deporte que sea uno que realmente le gusta y que se dedique de lleno. Y a alcanzar un sueño. Entrenándose y con sacrificio se puede alcanzar todo.

(Velo)- Si te gusta, hacelo. Pero hacelo bien. Tomatelo en serio. Me gustaría dejar un mensaje más generalizado. Porque más allá del deporte, todos tenemos objetivos, sueños. Y que se animen a perseguirlos.

En sus tiempos libres, Guillermo Marro le dedica un buen tiempo a su Fundación (por la que promociona y desarrolla el deporte de élite) y a la magia. El nadador se recibió en la escuela de Adrián Guerra. Velo, por su parte, cuando no juega al fútbol, brinda charlas motivacionales .


No hay comentarios: