lunes, 21 de septiembre de 2009

Fotografiar sin ver





Tiresias fotógrafo -una alegoría del fotógrafo ciego- es, a su manera, un adivino: descubre con su cámara lo oculto, lo que la vista ignora; desvela lo que antes no podía ser visto. El fotógrafo ciego, aún sin ver, mira, interpreta el mundo. El mundo existe en la medida que puede ser imaginado. Quien imagina, ve.
Como todo aquello que se adelanta a su tiempo, el fotógrafo ciego es incomprendido y, por tanto, rechazado. El proyecto Tiresias Fotógrafo busca generar un acercamiento entre videntes e invidentes, que ayude a la comprensión de la fotografía desde la ceguera.



Taller de Percepción no Visual en Xalapa, México
Gerardo Nigenda impartió el Taller de Percepción no visual en la Facultad de Artes de la Universidad Veracruzana en Xalapa, del 22 al 27 de junio de 2009.



Blind photographers. El proyecto FOTÓGRAFOS INVIDENTES prepara con la participación de un fotógrafo invidente y un escritor de cada país una exposición titulada VIDA.
Cada fotógrafo invidente recibirá previamente unas breves instrucciones para el manejo de la cámara y a continuación se le entregará una cámara Polaroid con la que tomará diez instantáneas con el tema "Vida". Asimismo contará con una grabadora en la que explicará las razones que le han llevado a tomar esas fotos.
En una segunda etapa un escritor del mismo país que el invidente, tras escuchar las grabaciones y después de escoger una de las diez fotografías, escribirá un texto relacionado con la misma.

martes, 1 de septiembre de 2009

Literatura para escuchar



El blog "Un millon de amigos" de la Revista Ñ abre una serie de literatura para escuchar, en la que escritores, críticos y editores leerán cuentos elegidos por ellos que se publicarán una vez por semana. Se podrán escuchar online aunque también se podrá bajarlos.
Esta primera vez quien lee es Claudia Piñeiro, autora de "Las viudas de los jueves", la novela que ganó el Premio Clarín en 2005. Claudia lee "El nadador", de John Cheever. Un cuento que, dirá ella segundos antes de leer, inspiró justamente "Las viudas de los jueves".